Proyecto Educativo de Centro
María Auxiliadora
La inclusión de María Auxiliadora en el proyecto educativo de un centro es de suma importancia debido a su relevancia en la tradición católica y su potencial para enriquecer la experiencia educativa en varios aspectos. En primer lugar, María Auxiliadora representa un modelo de virtud cristiana, encarnando valores como la humildad, el servicio y el amor, que son fundamentales en la formación integral de los estudiantes. Al promover su devoción, se fomenta entre la comunidad educativa la práctica de estos valores en la vida cotidiana.
Además, la figura de María Auxiliadora se percibe como una fuente de protección y guía espiritual. La creencia en su intercesión ante Dios brinda un sentido de seguridad y confianza a estudiantes y educadores, fortaleciendo el espíritu de comunidad y solidaridad en el centro educativo. En momentos de dificultad o incertidumbre, la fe en María Auxiliadora puede servir como un ancla emocional y espiritual para enfrentar los desafíos con esperanza y determinación.
Personas profesionalmente bien preparadas
Una educación integral y de calidad contribuye a formar personas cualificadas y preparadas para adaptarse creativamente al mundo en el que les tocará vivir. Buscamos personas que piensen, sepan, sientan, hagan y sean; personas que aporten su conocimiento, sus manos y su corazón para transformar este mundo.
Personas que vivan desde la alegría
Queremos educar la alegría interior que ilumina toda la vida y, especialmente, esa felicidad evangélica de una existencia entregada a los demás. Personas que sepan asumir en su vida el propio dolor y la debilidad.
Personas capaces de amar y ser amados
Queremos educar hombres y mujeres sociables, abiertos al amor humano y la ternura, respetuosos con los demás, capaces de ponerse en el lugar del otro, acogedores, que sepan trabajar en equipo, con talante conciliador. Hombres y mujeres no individualistas sino creadores de comunidad.
